28 de agosto de 2019

Conto dunha noite de verán

CONTO 2-  Conto dunha noite de verán.
A serra do larouco. Foto. Enrique Cuquejo

Erase una vez, una noche de final de verano... mirando las estrellas en el cielo despejado... una mirada me inspira este micro cuento...
El amor siempre engloba dos caras, la que se ve, la afectiva, la del mimo y el cariño, y la que no se ve, la de la tolerancia y la paciencia.
Del equilibrio entre las dos caras depende la vida de una relación, el yin y el yang, cara y cruz de una moneda (o quizás de dos), siempre en el filo de una navaja o más bien que la moneda pueda caer de canto en un capricho del destino.
Ser complementario es quizás una virtud sobrevalorada, un intento por ver en el otro u otra lo que uno no tiene, aunque muchas veces sea una mezcla difícil de sostener.
Amar sin medida es un deporte de alto riesgo en los tiempos que corren, y ni siquiera la madurez puede garantizar que una relación llegue a buen puerto con el discurrir del camino, y es que el compromiso siempre requiere una dosis de valentía, perdida en estos días inciertos.
Y colorin colorado el cuento está contado....

Segundo contan as vellas dos Cuquexos, os contos que nos traemos os novos son moi enganosos, sobre todo no que ao amor se refire, elas sabían que se casaban para toda a vida, que cun pouco de sorte enviudarían novas e que os fillos as coidarían de vellas. Mentras nós as novas vivimos pensando en que teremos unha segunda ou terceira oportunidade despois de divorciarnos, sabendo que nin as nosas parellas nin os nosos fillos van a coidarnos de vellas, polo tanto con vivir e amar por periodos xa nos conformamos, igual amar, conversar, compartir, non é posible na mesma persoa, e temos que ir por hortas do minifundio tan coñecido para as nosas aboas, e deixar a concentración parcelaria para a seguinte xeración, xa que a nós pillounos a medio camiño nin minifundio nin concentración parcelaria.... traballamos na finca do veciño tal e como el a deixou e nos deixaremola para que outros volvan a darlle vida... polo momento dame tristura, algún día aprenderei que o que hai é o que hai e que sempre está ben....

1 comentario:

  1. Con el primer cuento sentí mi propia madurez, y el anhelo de amar de manera sensata, razonable. Queriendo y no queriendo a la vez ser arrabatado. El tiempo juega a favor de un mayor sosiego y la calma amorosa.
    En el segundo, me diverti, empieza tan graciosa con esa paradoja de lo femenino-mujer a traves del tiempo, para desembocar en una una analogia privada de sabor amargo... las metaforas son burlonas y engañosas como las del adolescente de mirada enamorada que palpita detras de los escenarios de la adultez. Porque la responsabilidad de concentracion esta afuera? Y no adentro? Acaso lo de afuera no es casi siempre una manifestacion de nuestras propias divisiones internas o asuntos pendientes?
    Quiero aprovechar para dar las gracias a la Virgen del Buen Viaje o la del Buen Camino que vienen a ser la misma.

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